Bonjour Monsieur! Acérquese y llévese algo bonito de Francia! Así me dijo Mercurio Bernard, un vendedor francés de mostazas y mermeladas caseras que, junto a otros pequeños comerciantes de ese país, se vino al mercado francés de Golders Green a vender y promocionar sus mercancías.
A pesar de la rivalidad histórica entre los dos países, los ingleses sienten una gran fascinación por todo lo que viene de Francia. A los británicos les encanta ir a París, aunque cabe destacar que la mayoría de los comerciantes que vinieron a Golders Green no eran de París, sino de Toulouse, al sur de Francia.
No es más fácil y económico que vengan comerciantes de París que está a solo dos horas en tren de Londres?
“París no es Francia”, me dijo enfáticamente don Mercurio.
Le comenté a Mercurio que los ingleses piensan lo mismo de Londres.
También conocí a Claude, quien trajo una variedad de jabones caseros, muy ricos por cierto.
Le pregunté a Claude si se han visto afectados por la crisis económica mundial.
“Nos está afectando, pero hay que ser optimista”, me respondió Claude.
Aproveché el mercadito para comer ratatouille y couscous.
El couscous, por cierto, no es un plato auténticamente francés sino norafricano, pero como buenos touleseños, los vendedores de comida se trajeron lo mejor del Mar Mediterráneo que une a Francia con África.
El mercado francés de Golders Green se lleva a cabo dos veces al año en este sector del norte de Londres.
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